[pullquote cite=»Santos Garrido» type=»left»]el cliente no puede tener la razón porque desconoce tu producto, y si lo conoce, diséñalo a su medida. Pero no le des la razón, ayúdalo y serás siempre para él un consultor legitimado en tu materia..[/pullquote]
El cliente nunca tiene la razón, nunca. Cuando nosotros mismos nos quitamos la chaqueta de vendedores (en cualquiera de sus presentaciones) y nos ponemos del otro lado, nos volvemos caprichosos, preguntones, desconfiados, nos gusta comparar, que nos decoren los oídos y cuando llega el lunes y llegamos a la oficina decimos: «El cliente siempre tiene la razón»
Y además no es inteligente dársela porque sí. Procura informar con transparencia por varias razones.
- Eres esclavo de tus palabras e imagen de tu empresa. Si mientes, miente tu empresa, tu marca, tu proyecto, tu negocio, o lo que es peor, el negocio de alguien que ha puesto su dinero en tus manos para que utilices una reputación ganada a lo largo del tiempo.
- Aquellos clientes que acaban siendo más fieles son, precisamente, a los que hemos hablado con más sinceridad, aun a fuerza de perder la operación. Si te piden realizar un trabajo o una oferta, y no te sientes preparado para hacerlo, hazlo saber a tu cliente. Tu sinceridad, unida a una pequeña ayuda o guía que éste te pueda proporcionar, son ingredientes suficientes para establecer las bases de un principio de colaboración que puede durar tanto como queráis.
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3. Perder un cliente que siempre quiere tener la razón te puede evitar perdidas, aumentar tu reputación en el mercado y optimizar tu tiempo de trabajo.
- El cliente que entra por precio, se va por precio. El que entra por descuentos, se va por descuentos. Pero el que entrá por tu gestión y por lo que tú y sólo tú le has
destacadoaportado, no te puede cambiar, porque la confianza entra dentro del plano personal y no de las características de un producto, tan cambiantes como las de la competencia.
Conviértete en una de las características de tu producto, invierte en ti, en tus palabras y en tus compromisos. No se trata de quién tiene la razón, se trata de quién hace las cosas con medida, elegancia y profesionalidad.
Todo es más sencillo en las ventas. Abandona esas máximas, frases magistrales y renueva tu florilegio hombre. En un mercado, en el que cada día salen a la luz la misma cantidad de nuevos productos y referencias que hace 40 años salían al mes, el cliente no puede tener la razón porque desconoce tu producto, y si lo conoce, diséñalo a su medida. Pero no le des la razón, ayúdalo y serás siempre para él un consultor legitimado en tu materia.